jueves. 28.03.2024

Tras tener que aguardar un año por la situación pandémica, Ponte de Lima abrió su décimo sexta edición del Festival Internacional de Jardines –con el tema Las religiones en los jardines- y que permanecerá abierto a visitantes, como es costumbre, hasta octubre.

Para el acto de inauguración, Ponte de Lima invitó a la ministra de Estado y Presidencia, Mariana Vieira da Silva. La ministra recorrió con el alcalde, Víctor Mendes, los once jardines premiados –entre los que hay dos gallegos- y el que por designio del público se mantiene de la edición anterior.

Al término de la visita y en los discursos se notaba cierto tono de despedida de Mendes que termina ahora su tercer mandato y ya no se podrá presentar a las elecciones municipales de octubre.

Mendes se refirió a la forma de cuidar el patrimonio y especialmente el patrimonio natural o ambiental en Ponte de Lima, “del que también los jardines forman parte”.

Pero centró el mérito en el desafío de hacer que los jardines sean sustentables. Y subrayó que “estos ejemplos fueron copiados en todo el país”.

Ampliando horizontes, el alcalde limiano reflexionó: “Hoy comprobamos que los jardines, más allá de ser una cuestión estética, de ocio, son fundamentales también en la promoción y valorización de nuestros territorios”. Y añadió: “Nuestros jardines son un atractivo (…) convirtiéndonos en uno de los destinos más atractivos de Portugal”.

Víctor Mendes recordó cómo a través de los jardines se transmite a la ciudadanía “una mayor conciencia ambiental”.  Y descendió a detalles como el reaprovechamiento de materiales, ejemplo de reciclaje.

“Nuestros jardines y espacios verdes son fundamentales para tener calidad de vida”, afirmó.

El alcalde saliente no dejó de agradecer a los funcionarios públicos y, dentro de ellos, a los jardineros, su esfuerzo y profesionalidad, que reivindicó delante de la ministra. Agradeció también la ayuda de las empresas patrocinadoras, así como al director del Festival Internacional de Jardines, Francisco Calheiros, y a otros impulsores de la idea.

No faltaron tampoco elogios a los “jóvenes participantes” por su “creatividad e innovación”.  Mendes reconoció que el tema de Las religiones en los jardines no era fácil. Pero alabó los valores propuestos a través de los jardines, que cifró en “solidaridad, amistad, tolerancia, esperanza en un futuro mejor”. Y recordó que para el año el tema propuesto para el concurso es ‘Los jardines y el cambio climático”.

Por su parte, la ministra Mariana Vieira da Silva aludió a la ley de libertad religiosa de Portugal que cumplía 20 años. Le gustó especialmente que se fomente un diálogo entre religiones. En varios momentos se refirió, en este sentido, a la “diversidad cultural”.

Calificó el concurso Jardines de “sustentable e innovador”. Y subrayó que una idea que dura 16 años sigue siendo válida y atractiva.

DOS GANADORAS

Dos arquitectas paisajistas de Galicia estaban entre las ganadoras. Magda Jandová, de origen checo, residente en Vigo y que trabaja en la empresa Viveiros Adoa, presentando El Jardín del Diálogo. Y la ponteareana María Jesús Mera González, también arquitecta paisajista, con La Chapelle.

EL JARDÍN DEL DIÁLOGO

"Este jardín simboliza el diálogo entre varias religiones. Está dividido en siete partes y cada una representa una religión. Son las siete más practicadas. En el centro una pequeña elevación con un árbol sagrado, un olivo. Algo común a todas las religiones. Cada una de las partes del jardín mira hacia este centro”, explica Magda Jandová.

Cada parte tiene un elemento para sentarse distinto y relacionado con el culto al que pertenece.

Magda señala que el simbolismo creado anima a buscar, mediante el diálogo religioso, aspectos en común entre las religiones.

Cada culto en El Jardín del Diálogo tiene un tipo de plantas que se usan en el territorio de origen donde se practica esa religión.

Magda cree que lo que valoró más el jurado para concederle el premio de la ejecución del proyecto fue la diversidad, la amplia representación en este jardín de distintas técnicas y materiales de jardinería (gravas, maderas, plantas).

LA CHAPELLA

A la ponteareana María Jesús Mera González la atrajo el tema del concurso, Las religiones en el jardín. La concepción de la idea de La Chapelle “traté de que fuera profunda, pero adaptable, flexible, según la cultura del visitante. Partí de las ideas que el hombre se planteó desde el inicio de la religión, como el origen y el final de la vida. Elaboré un texto e imaginé un lugar en que hubo un hecho que marcó un hito”.

El jardín tiene dos espacios. Un vacío, a la entrada, y lo único que hay son límites visuales. Pero por la geometría de las dos empalizadas que se ven al fondo, se puede intuir que, allí, hay un espacio resguardado. “El primer espacio sería un lugar de preguntas o cuestiones, como previo al segundo espacio apto para la trascendencia. Es el germen de la idea y causa sorpresa en el visitante”.

Las plantas elegidas están pensadas con criterios, como que fueran aptas para el periodo de mayo a octubre, que sean de fácil mantenimiento y conocidas por el público. Hay un proceso que va desde la ceniza a los maceteros horizontales, y luego a los verticales. Va ganando color en cuanto asciende a las jardineras verticales, que representan los colores del fuego.

El jardín está diseñado también para tener una perspectiva aérea. Para ello en el suelo se han colocado unas trazas con travesaños de madera pintados de diversos colores, así como la propia geometría del núcleo del jardín. A vista de pájaro, La Chapelle es una cruz desdibujada y una florinsección.

Festival Internacional de Jardines de Ponte de Lima quiere ser un lugar inspirador...