La festividad de la Virgen del Carmen, protectora de los marineros, es una de las celebraciones religiosas más arraigadas en España y Latinoamérica. En Galicia, una tierra profundamente ligada al mar, esta devoción adquiere un significado especial, y de forma particular en Cangas de Morrazo, donde el fervor por la Reina de los Mares es el corazón del pueblo. No es de extrañar, ya que el municipio nació y creció gracias a la pesca.
La devoción por la Virgen del Carmen impregna las cinco parroquias de Cangas, y su imagen está presente en todas ellas. Un claro ejemplo es el retablo-altar de la excolegiata de Cangas, mandado a construir por el Gremio del Mar. Aunque cada parroquia honra a sus propios patronos, la figura de la Virgen del Carmen siempre está presente.
Un mes de julio y agosto dedicado a la Patrona
Las celebraciones principales se concentran en el mes de julio. La parroquia de Santiago de Cangas inició la novena en honor a la Virgen del Carmen el 7 de julio, culminando con una misa solemne el día 16. En la víspera, la asociación de marineros y armadores Farolillo Rojo trasladó la imagen de la Virgen desde la iglesia de Santa María de Darbo al puerto, donde se engalanó para la tradicional procesión marítima por la ría de Vigo. Cerca de un centenar de embarcaciones acompañaron a la Virgen, entonando la Salve Marinera y realizando la ofrenda floral por los fallecidos en el mar.
A finales de julio, en San Cibrán de Aldán, las fiestas en honor a la Virgen del Carmen incluyeron misa, procesión marítima y ofrenda floral, reafirmando la estrecha conexión de la localidad con el mar. Las otras parroquias, Coiro y Hío, también comparten "capitanía" con la Estrella de los Mares en sus propias festividades.
Una celebración única en agosto
A pesar de que gran parte de las celebraciones tienen lugar en julio, Cangas de Morrazo reserva un momento especial para su Virgen del Carmen, posponiendo su procesión principal hasta el lunes siguiente al último domingo de agosto. La Cofradía de la Misericordia-Gremio de Mareantes, que ya había organizado los actos de julio, se encarga de estos festejos finales.
El 1 de septiembre, a las 11:30 de la mañana, la iglesia excolegiata se llenó de devotos para una misa solemne en honor a la protectora de la gente marinera. La procesión de la preciosa imagen de la Virgen se realizó, como ya es tradición desde hace más de una década, junto al Santísimo Cristo del Consuelo, patrón de la localidad. El evento contó con música, fuegos artificiales y una emotiva ofrenda floral en memoria de quienes perdieron la vida en el mar.
El momento culminante llegó al final de la procesión. En el atrio de la iglesia, un mar de personas, en absoluto silencio, entonó al unísono los himnos del Cristo del Consuelo y la Salve Marinera. Las voces roncas de los marineros se unieron a las del resto de los asistentes en una armoniosa canción de gratitud, emoción y respeto. El reflejo de los ojos llorosos de muchos de los presentes demostraba la profunda conexión y el fervor que los cangueses sienten por la Auxiliadora en el Mar.
