La comunidad parroquial de Santa María de Reboreda está de celebración. Ayer, coincidiendo con el inicio de la novena en honor a la Virgen María, se inauguró oficialmente el nuevo campanario de su iglesia, un hito que marca la culminación de un largo proceso de restauración.
El campanario, que forma parte de la histórica iglesia barroca del siglo XVII, sufrió graves daños en marzo de 2022 cuando el impacto de un rayo destruyó su cúpula y provocó la caída de más de cien bloques de piedra, afectando también el tejado y la balaustrada. Afortunadamente, las tres campanas del templo sobrevivieron al incidente.
La reconstrucción ha sido un trabajo minucioso. Bajo la dirección del maestro cantero Pelayo Alfaya, se tallaron diez nuevas piezas para reemplazar las irrecuperables. El proyecto, con un coste total superior a los 460.000 euros, ha contado con una importante inversión de la Xunta de Galicia, además de aportaciones de la parroquia y el obispado para cubrir gastos como el desescombro, la recuperación eléctrica y la megafonía.
El maestro cantero Pelayo Alfaya dirigió la reconstrucción del campanario, utilizando diez nuevas piezas de piedra para reemplazar las destruidas por el rayo.
La inauguración no solo significa la recuperación del patrimonio, sino también el regreso del sonido de las campanas a la parroquia. Las tres campanas, que ahora vuelven a repicar, tienen su propia historia: la más grande fue fundida en 1997 en Cantabria, mientras que las otras dos más pequeñas datan de 1962 y fueron fundidas en Salamanca.
Como parte de la celebración, la parroquia organizó un taller de toque de campanas, impartido por la Asociación de Campaneros de Galicia, para conmemorar este momento tan esperado y devolver a la vida un elemento fundamental de la identidad de Reboreda.
            
            
              