viernes. 07.11.2025

En los centros escolares españoles, el acoso y el bullying siguen siendo una realidad preocupante y a menudo invisible. Según los últimos estudios sobre convivencia escolar, el 9,53% de los alumnos reconoce haber sufrido acoso y el 9,2% ciberacoso, mientras que un 10,6% asegura haber presenciado o conocido casos. Estas cifras evidencian que la problemática no afecta solo a las víctimas directas, sino a toda la comunidad educativa.

El impacto del bullying puede ser devastador para el desarrollo emocional y académico de los jóvenes. Sin embargo, uno de cada tres estudiantes opta por no contarlo, y solo el 30,9% lo comunica a un profesor, el 20% a un familiar y el 14,8% a otro compañero.
“El miedo y la falta de confianza son factores que perpetúan el acoso. Es esencial que los niños tengan canales de comunicación accesibles y herramientas que refuercen su seguridad en el día a día”, explica Jorge Álvarez, CEO de SaveFamily, empresa española especializada en soluciones tecnológicas para la infancia.

Brecha de género y duración del acoso

El fenómeno también presenta diferencias de género: un 10,6% de las chicas declara haber sido víctima de acoso, frente al 8% de los chicos. “Hablamos de un problema que afecta a la autoestima y al futuro emocional de los menores. Si no se interviene pronto, las secuelas pueden acompañarles toda la vida”, advierte Álvarez.
Datos de la Fundación ANAR confirman que el 28,2% de los casos de acoso pueden prolongarse más de un año, lo que refuerza la necesidad de actuar de forma temprana.

El desafío digital: niños hiperconectados desde los 4 años

A la preocupación por el acoso se suma el abuso de las pantallas y redes sociales. Un estudio del Observatorio de Hábitos Digitales en los Menores, elaborado por SaveFamily, revela que el 38% de las familias considera que el uso excesivo de móviles afecta al rendimiento escolar.
Actualmente, el 68% de los menores utiliza internet antes de los 11 años, y niños de tan solo 4 años ya disponen de teléfono móvil. Esta exposición temprana ha provocado que muchos centros educativos prohíban los smartphones en las aulas y busquen alternativas seguras para la comunicación.

Una de ellas son los relojes inteligentes infantiles, cada vez más populares en Europa, que ofrecen comunicación controlada, geolocalización y herramientas de emergencia sin acceso libre a internet ni redes sociales.

“El smartphone, a edades tempranas, abre la puerta a riesgos que los niños no saben gestionar. Con dispositivos diseñados específicamente para ellos, podemos retrasar ese acceso y a la vez ofrecer seguridad y autonomía”, apunta Álvarez.

SaveWatch+2: inteligencia artificial española contra el acoso escolar

En este contexto, la tecnología española ha dado un paso decisivo con el lanzamiento del SaveWatch+2, el primer reloj inteligente del mundo diseñado con la participación de los propios niños. Desarrollado por SaveFamily, este smartwatch incorpora una inteligencia artificial 100% española que actúa como asistente personal adaptado a la edad del menor y permite detectar posibles casos de bullying.

“El proyecto partió de una pregunta sencilla: ¿qué necesitan y qué quieren los niños? Ellos nos ayudaron a crear un dispositivo resistente, práctico y divertido, pero también con herramientas para cuidarlos”, explica el CEO de la compañía, reconocida recientemente por desarrollar el mejor smartwatch infantil de Europa.

Entre sus funcionalidades destacan el botón SOS para emergencias, la localización GPS, el modo clase que lo convierte en un reloj convencional durante el horario lectivo, un WhatsApp seguro con contactos autorizados y sensores de salud.

La gran innovación, sin embargo, es su módulo antibullying, que se activa en caso de riesgo y permite a los padres conocer el entorno del menor mediante escucha remota, cámaras y sensores, además de enviar alertas inmediatas para intervenir a tiempo.

Un asistente personal en la muñeca

Todos estos avances y el modo antibullying son posibles gracias a la mayor innovación del reloj: el primer sistema de inteligencia artificial diseñado en España y pensado exclusivamente para niños. Este asistente no solo ayuda a resolver dudas o activar funciones del reloj, sino que también detecta patrones de riesgo y refuerza la autonomía del menor.

“La IA no está pensada para vigilar, sino para acompañar”, explica el CEO de SaveFamily. “Puede responder a preguntas según la edad del niño, crear imágenes bajo sus indicaciones, ayudarle a organizar tareas o incluso recomendar pedir ayuda si identifica una situación preocupante. Se trata de un aliado cotidiano que aporta confianza y seguridad”, asegura.

Estas cualidades han permitido que el sector de los smartwatches infantiles se consolide como una alternativa real al uso de teléfonos móviles en edades tempranas. No obstante, los expertos insisten en la necesidad de acompañar la tecnología con protocolos claros en los centros escolares como base de cualquier estrategia contra el acoso.

“Un reloj puede dar la señal de alarma, y cada herramienta que acerque a un niño a pedir ayuda es valiosa, pero la verdadera solución está en la respuesta de los adultos y en la capacidad de los compañeros de no permanecer callados. Nuestro objetivo es complementar, para permitir que los peques crezcan en aulas más seguras y eficaces”, concluye Álvarez.

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