Con la llegada del Adviento, el obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín, ha invitado a los fieles de la diócesis a cultivar la esperanza como un antídoto ante las incertidumbres del mundo actual. En su mensaje, el prelado ha destacado la importancia de reflexionar sobre el verdadero significado de la esperanza y cómo esta puede transformar nuestras vidas.
"La esperanza que no defrauda nace del amor", ha afirmado Mons. Valín. El obispo ha animado a todos a "permanecer despiertos y en pie ante el Hijo del Hombre que viene", invitando a una profunda reflexión personal durante este tiempo litúrgico.
En un mundo marcado por la inmediatez y la incertidumbre, el prelado ha instado a los fieles a tomarse un tiempo para la oración y la meditación, especialmente durante el Adviento. A través de las lecturas dominicales, ha propuesto una pregunta clave: "¿cuáles son mis esperanzas en este momento de vida? ¿Tienen algo que ver con la fe cristiana?".
Mons. Valín ha recordado que la esperanza cristiana se fundamenta en la confianza en Dios y en su promesa de salvación. "No podemos vivir como los que no creen nada o no esperan nada", ha afirmado, subrayando la necesidad de una esperanza que trascienda lo material y lo temporal.
Ser signo de esperanza
El obispo ha animado a los fieles a convertirse en "signos de esperanza" para los demás, especialmente en un mundo marcado por el sufrimiento y la desigualdad. "¿Cómo puedo ser signo de esperanza para otros? ¿Qué signos descubro a mi alrededor, en la sociedad, en la Iglesia?", son algunas de las preguntas que ha planteado para estimular la reflexión.
El Adviento, un tiempo de renovación
El Adviento, ha recordado Mons. Valín, es un tiempo de preparación para la Navidad, un momento para renovar nuestra fe y fortalecer nuestra relación con Dios. Es también un tiempo de conversión, en el que estamos llamados a cambiar nuestro corazón y a vivir de acuerdo con el Evangelio.