lunes. 03.11.2025

Un hermano, quizá ninguno

…y tampoco primos, ni tíos… Les sucede eso a contemporáneos nuestros jóvenes. Sus padres casaron mayores y tuvieron solamente tiempo para el hijo único. 

…y tampoco primos, ni tíos… Les sucede eso a contemporáneos nuestros jóvenes. Sus padres casaron mayores y tuvieron solamente tiempo para el hijo único. Lo mismo ocurrió a sus tíos y tías y crecen sin compañeros de infancia con su mismo apellido.

Al hilo de este mes de julio de 2025 evoco veranos de décadas pasadas años cuando menudeaban los primos con quienes nos pelábamos las rodillas en los mismos juegos y no faltaban amorosas tías que nos untaban con mercromina aquellas heridas. Las comidas festivas de verano precisaban mesas largas para numerosos comensales de melones de postre y cantos de sobremesa.

Somos país de hijos únicos, sin primos ni tíos. Disminuyen nupcias, son tardías y con rechazo de hijos. Con casi 50 millones de habitantes, apenas nacen 300.000 niños al año. En 1975, hace cincuenta años, con 14 millones menos de habitantes, teníamos el triple. Hay más muertes que nacimientos desde 2017.

El envejecimiento genera problemas para el pago de pensiones, disminuye con él el dinamismo económico y suscita un problema afectivo para la gente solitaria y para quienes no tienen niños.

La Xunta de Galicia ampliará hasta los 45 años la edad de acceso a la congelación de óvulos. Al divorcio masivo se añade que la mitad de los españoles no se casa y al caer la nupcialidad, cae la natalidad.  El primer hijo se retrasa tanto que se convierte en único hijo.

El Estado español da dinero para pagar abortos pero apenas ofrece ayudas a la maternidad. Hay gente que no nota el problema demográfico o se acomoda y no se esfuerza en intentar mejorarlo. Cada vez hay más ancianos, cada vez vivimos más y estamos más deteriorados. Eso requiere que los jóvenes dediquen más esfuerzos y recursos a cuidarnos. Como son una masa creciente de votantes, los ancianos reclamarán más pensiones... y eso se detraerá de las políticas que ayudarían a generar nuevas familias y nuevos niños.

 Casarse a tiempo y recibir hijos comporta jaquecas y trae alegrías. Recibirlos nos asegurará pensiones, porque ellos son creativos económicos y… nos acompañarán cuando seamos viejos.

Un hermano, quizá ninguno
Comentarios