El director de la Agencia Gallega de Calidad Alimentaria (Agacal), José Luis Carbarcos, junto con el presidente del Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Galicia (Craega), Francisco López, participó esta mañana en la presentación del informe de actividad del Craega correspondiente al año 2020. El escrito, presentado en el Pazo de Quián, ponen en relieve el incremento sustancial del número de operadores, tanto en industria como en producción, y del volumen de ventas certificadas.
En este sentido, el director destacó el dato con respeto al número de operadores, ya que el ejercicio de 2020 cerró con 1.310 operadores, lo que en términos porcentuales se traduce en un aumento del 11% en el número de productores y elaboradores, un total de 128 inscritos más. Así, los horticultores y los ganaderos representan el 43% y el 40% de los productores primarios respectivamente. En lo tocante a los elaboradores, Pontevedra se establece como la provincia con la mayor parte de las industrias elaboradoras y comercializadoras con un 36% del total, seguida de A Coruña, con un 25%.
Los datos de este año resaltan también el volumen de ventas certificadas, ya que es precisamente la variable que más aumenta, anotando un crecimiento del 16,8% en relación a 2019. En total, se certificaron 108.366.111 euros, unos 15,58 millones de euros más que el año anterior a pesar de la pandemia. En este caso, la producción animal lleva el peso del Craega al suponer el 58% del volumen total de ventas certificadas.
Finalmente, destaca el crecimiento de la superficie ecológica de la comunidad en la última década, pasando de 14.167 ha en el año 2010 a 32.055 en el 2020, lo que supone un incremento del 126%. En este sentido, Lugo y Ourense acaparan el 82% del total de la superficie inscrita en agricultura ecológica en Galicia.
El director, José Luis Cabarcos, señaló que estos datos constatan que la agricultura ecológica es el camino a seguir, ya que se trata de una actividad que genera riqueza y empleo en nuestra comunidad, al mismo tiempo que apuesta por una producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente, incidiendo en el cuidado de nuestro territorio y la lucha contra el cambio climático. Unos principios que muestran una evolución cada vez mayor hacia el ecológico como una opción de futuro para nuestro rural.
