La Fundación Diego González Rivas reúne a 500 personas en un evento solidario para apoyar intervenciones gratuitas en países sin recursos
La Fundación Diego González Rivas celebró en Vigo un evento de reconocimiento a las personas, entidades y colaboradores que hacen posible su labor: llevar la medicina —y, especialmente, la cirugía torácica mínimamente invasiva— a cualquier país del mundo, con el objetivo de intervenir a pacientes sin recursos.
La cita logró reunir a quinientas personas llegadas desde distintos puntos de España, que respaldaron la iniciativa contribuyendo al objetivo solidario mediante el pago del cubierto de la cena, destinado a recaudar fondos para el trabajo humanitario de la Fundación.
El doctor Diego González Rivas explica que su vínculo con la sanidad comenzó desde niño. Su madre, enfermera, le permitió ver desde muy pequeño la realidad hospitalaria y comprender el valor de cuidar.
“Yo quería que la gente se sintiera bien y fuese feliz”, recuerda. Aquel deseo fue creciendo hasta convertirse en una convicción: la medicina podía ser el vehículo con el que mejorar la vida de otras personas.
La técnica que revolucionó la cirugía torácica
González Rivas es el creador de la técnica Uniportal VATS (cirugía torácica videoasistida por un solo puerto), un procedimiento que ha transformado la cirugía a nivel mundial al permitir operar con una única incisión y con un menor impacto para el paciente.
“Fue un proceso que comenzó en Estados Unidos. Me di cuenta de que se podía hacer cirugía de forma menos invasiva”, explica. En 2010 comenzó a aplicarla, convencido de que el futuro pasaba por reducir al máximo el trauma quirúrgico.
Pero no fue fácil. “Como todo lo nuevo, al principio hubo rechazo. Tuve que luchar y defender mis ideas contra viento y marea”, reconoce. Aun así, siguió adelante y convirtió los obstáculos en impulso: “Vi las dificultades como oportunidades y me confirmé en que ese era el camino”.
El éxito llegó con resultados clínicos visibles: menos dolor, menos complicaciones y un tiempo mínimo de convalecencia para los pacientes.
De Vigo al mundo
Hoy, la técnica nacida de la mano del doctor González Rivas se utiliza en numerosos países. “Supone un orgullo, porque es fruto de mucho trabajo y dedicación”, afirma.
Esa revolución se ha visto además reforzada por los avances tecnológicos. Instrumentos que hace unos años parecían ciencia ficción, como la cirugía robótica, forman ya parte habitual de la práctica médica. El doctor utiliza estos medios para impulsar un nuevo horizonte: operaciones transcontinentales de forma remota, como una intervención realizada recientemente mientras se encontraba en China.
La realidad de operar sin medios: el reto africano
Sus experiencias trabajando en distintos continentes refuerzan su mensaje: la medicina necesita recursos y acceso.
“En África no hay medios ni infraestructuras, pero estamos consiguiendo resultados gracias a la ayuda de muchas personas y mucho trabajo”, explica. Desde hace cuatro años, con la Fundación, ese camino se ha hecho más viable.
“Es todo un reto y una gran satisfacción”, resume.
Tecnología contra la desigualdad sanitaria
González Rivas sostiene que la innovación médica puede ser una herramienta decisiva para reducir desigualdades.
“La tecnología nos acerca a todos. Podemos ofrecer técnicas no invasivas en países en desarrollo porque podemos operar de forma remota o compartir formación online con sanitarios de otros países. La tecnología nos permite llegar a lugares a los que antes era inviable”.
En su opinión, la medicina y la ciencia no solo deben avanzar en lo técnico: también deben ponerse al servicio de causas sociales.
“Hay muchas personas que carecen de recursos. Por eso trabajamos para ofrecer cirugías gratuitas. Es importante implicarse como hacen las organizaciones no gubernamentales”, sostiene.
Medicina como acto humanitario
Para el cirujano, el papel del médico va más allá de la consulta y el quirófano.
“La medicina no solo debe desarrollar una labor asistencial y quirúrgica. El médico debe cumplir una tarea sanitaria, pero también de ayuda al prójimo donde más lo necesita. Esto trasciende al acto médico en sí”, afirma.
“Un acto humanitario que todo médico debería realizar a lo largo de su carrera profesional”.
Mirando al futuro: más países, más cirugías, más vidas
De cara a los próximos años, el doctor apuesta por ampliar el alcance de la Fundación: hacerla aún más universal, llegar a nuevos países y mantener activa la unidad móvil de asistencia quirúrgica que recorre África.
“Esto es lo más gratificante de toda la labor que realizo. El dinero es importante, pero lo que más me llena es cuando opero a personas sin recursos de forma altruista. Salvar una vida en África, por ejemplo”, señala.
Al finalizar el encuentro de Vigo, González Rivas quiso dedicar unas palabras a quienes sostienen esta causa:
“Darles las gracias por su apoyo y amistad, por las muestras de cariño y por ese apoyo que salva vidas".

