viernes. 26.04.2024

La voz

" (...) Pienso en muchos coros o en el gran éxito que tuvo Bobby McFerrin con “Don’t worry, be happy” en 1988. Fue la primera canción a capela en llegar al número uno en la lista de los Billboard Hot 100 en los Estados Unidos. Por eso, para un cantante es una tragedia perder la voz, y no digo quedarse mudo, sino simplemente perder cualidades vocales.(...)" 
Frank Sinatra.
Frank Sinatra.

Frank Sinatra era conocido como “la voz”, y no por casualidad. La voz es el instrumento del cantante, como la trompeta del trompetista o el violín del violinista. Que la voz es un instrumento más, y muy poderoso, lo apreciamos especialmente en las interpretaciones a capela. Pienso en muchos coros o en el gran éxito que tuvo Bobby McFerrin con “Don’t worry, be happy” en 1988. Fue la primera canción a capela en llegar al número uno en la lista de los Billboard Hot 100 en los Estados Unidos. Por eso, para un cantante es una tragedia perder la voz, y no digo quedarse mudo, sino simplemente perder cualidades vocales. Me viene todo esto a la mente tras escuchar una reciente grabación de Joan Manuel Serrat cantando su maravilloso “Poema de amor”. La canción me ha atrapado desde el inicio, porque es una joya, pero se me ha hecho algo rara, y la rareza viene de que la voz de Serrat ya no es la que fue. En realidad, me ha parecido que el Nano andaba muy escasito de voz. Por eso mismo se ha retirado definitivamente de los escenarios. Porque tanto él como su público somos conscientes de esta pérdida de facultades. Por el contrario, a veces ocurre que solo el artista se da cuenta de que su voz ya no es la de antes. Le pasó a Concha Piquer, quien, según dicen, decidió retirarse de los escenarios el día que notó que había perdido cierta capacidad vocal. Lo curioso es que el público no había percibido nada, porque la Piquer seguía cantando maravillosamente, pero la cantante temió iniciar –aunque fuese muy tímidamente, incluso casi imperceptible para su público– un lento declive. Hay una tercera posibilidad: que el artista y el público sean conscientes de la pérdida de la voz del primero, pero este se empeñe en seguir prodigándose, y no digo arrastrándose por los escenarios, sino, curiosamente, aprovechando las nuevas características de su voz para seguir vendiéndose. Pienso en Joaquín Sabina. Claro que para eso es necesario seguir teniendo voz, aunque ahora diferente, una voz rota. Pero una voz rota puede continuar siendo atractiva para el público si encaja con la imagen de sí mismo que el cantante intenta proyectar. Por eso Sabina sigue dando conciertos, mientras que Serrat se ha retirado. Porque Serrat, más que la voz rota, ya no tiene voz. Y además un Serrat con la voz rota no sería lo que esperaría su público.

Serrat, Piquer y Sabina. Tres maneras diferentes de reaccionar al declive de la voz. Aunque en el caso de la cantante solo ella se enteró de que su voz declinaba.

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