martes. 04.11.2025

La resiliencia como motor: Ecocelta honra al profesor Peña y al roble en el Día Mundial del Medio Ambiente

La empresa Ecocelta, referente en biofertilizantes y gestión ambiental, celebró el Día del Medio Ambiente con un acto emotivo y significativo. El fundador, Sergio Quiroga Rivero, rindió homenaje a su profesor Francisco Peña y al roble, ambos símbolos de la resiliencia, en una jornada que destacó el compromiso de la empresa con la naturaleza y los valores humanos.
Juan Carlos Carrera, Francisco Peña, Sergio Quiroga y Nava Castro, alcaldesa de Ponteareas.
Juan Carlos Carrera, Francisco Peña, Sergio Quiroga y Nava Castro, alcaldesa de Ponteareas.

Ecocelta, empresa dedicada a los biofertilizantes y la gestión ambiental, celebró el Día del Medio Ambiente con un emotivo acto en sus instalaciones de Pontacóns-Pías (Ponteareas). Sergio Quiroga Rivero, fundador y emprendedor de Ecocelta, organizó un doble homenaje: a su mentor, el profesor Francisco Peña, y al roble, símbolo de la naturaleza. Un panel a la entrada de la empresa inmortaliza esta iniciativa.

El evento contó con la presencia de destacadas personalidades locales, incluyendo a la alcaldesa de Ponteareas, Nava Castro, la concejal de Urbanismo, Silvia Fernández, y el teniente de alcalde, Juan Carlos Carrera. También asistieron el exalcalde Pepe Castro, trabajadores de Ecocelta, amigos y medios de comunicación.


Un tributo al maestro y a los valores

Sergio Quiroga dedicó unas sentidas palabras al Dr. Francisco Peña, de quien aprendió el respeto por el medio ambiente. Quiroga citó una frase clave del libro de Peña, "Rumbo a la salud ambiental planetaria y a un mundo nuevo": "Ser digno de ser. La grandeza del ser humano está en sus valores y en sus obras al servicio del bien común". Subrayó que los valores perduran y que la integridad reside en mantenerlos firmes en todo momento.

Quiroga destacó una curiosa coincidencia con el profesor Peña: las enseñanzas de sus abuelas. En su libro, Peña relata cómo la suya le decía: "En su caminar de la vida tienes que ser buena persona, servir a los demás, amar a tu tierra y al mundo". Sergio afirmó que estas palabras le dieron la fuerza para superar adversidades y mantener el rumbo, lo que él llama "la resiliencia de la que siempre hablamos".

El fundador de Ecocelta entregó a Francisco Peña un diploma, un símbolo de Ecocelta en vidrio emplomado y la 'Medalla Ecocelta a la Resiliencia'. Asimismo, inauguraron el panel donde Peña dejó su firma, convirtiéndose en la primera persona homenajeada por la empresa.


La emoción de la gratitud y la visión de un mundo mejor

Visiblemente emocionado, el profesor Peña agradeció el "homenaje sentido, de corazón, de amistad" en su tierra natal, Ponteareas. "No sé si me lo merezco, pero la gratitud y el corazón deben estar presentes cuando hay un reconocimiento", expresó. Valoró la "sencillez y la construcción de un acto simbólico, sencillo y con personas acompañándonos".

Peña también compartió la similitud con la abuela de Sergio: su abuela Lola le enseñó "a amar Ponteareas, al mundo, a ser buena persona... Mi cariño a esta tierra siempre va a estar ahí e intentaré dar lo mejor de mí mismo". Describió Ecocelta como un "proyecto atractivo e interesante", y al conocer a Sergio, sintió la necesidad de apoyar tanto el proyecto como a la persona, destacando su saber hacer, sus conocimientos y, por supuesto, esa resiliencia que los une.

El profesor Peña comparó su trayectoria de 46 años en la salud ambiental internacional con los desafíos de Sergio Quiroga para impulsar Ecocelta. Abordó sus motivaciones profesionales y su relación con el poder, defendiendo su independencia y su rol de "servidor público sin cargo", alejado de ser un "bufón del poder". Reconoció la importancia de "arrimarse al poder" para lograr transformaciones sociales, diferenciándose de aquellos que ocupan cargos sin generar un beneficio real para la sociedad.

Peña reafirmó su compromiso con la causa a través de sus publicaciones y conferencias. Para alcanzar ese "mundo nuevo", propuso recuperar los valores para lograr "una justicia más justa, un mundo más solidario, más humano, sin pobreza en el mundo y que la gente pueda vivir con dignidad, más y mejor... personas con más derecho a vivir en paz y con igual dignidad para todos los seres humanos".


El legado de Ponteareas y el espíritu emprendedor

La alcaldesa de Ponteareas, Nava Castro, clausuró el acto. Recordó haber seguido las enseñanzas del profesor Peña durante años y cómo era una figura constante en los congresos de educación ambiental. "Es un trabajo reconocido, una trayectoria reconocida como uno de los pioneros en educación ambiental", afirmó Castro, tildándolo de "visionario" por defender el medio ambiente antes de la existencia de la normativa europea actual.

Castro también hizo referencia a la gestión de su padre, José Castro (presente en el acto), y de los concejales Juan José Castro y Juan Carlos Carrera, quienes tuvieron la visión de adquirir el castillo de Sobroso y proteger su entorno de bosque atlántico. Este contexto, según la alcaldesa, influyó en el espíritu emprendedor de Sergio Quiroga para crear Ecocelta, contando además con el asesoramiento de Francisco Peña en el cuidado de ese entorno. "Todos los ponteareanos te tienen en estima y reconocimiento", destacó Castro, recordando que en 2015 Peña recibió la máxima distinción local: el título de Hijo Predilecto.

Dirigiéndose a Sergio, Nava Castro recordó que la madre del fundador de Ecocelta emigró a Argentina en 1961 y, aunque Sergio nació allí, "es tan gallego como cualquiera de nosotros". Atribuyó su éxito y calidad humana a este homenaje a su mentor, quien le inculcó los valores medioambientales y supo llevarlos al ámbito económico, siempre con respeto por el entorno.

"Nosotros nos sentimos muy orgullosos de esta empresa, Ecocelta; nos sentimos muy orgullosos de la persona y profesor Peña Castiñeira", concluyó la alcaldesa.


Ecocelta: 22 años de compromiso y resiliencia gallega

Antes de los discursos, Sergio Quiroga compartió la historia de Ecocelta, enmarcando el homenaje. Simbolizó el evento con el roble, destacando que un solo ejemplar produce 400 litros de oxígeno al día, más de la mitad de lo que consume un humano. Con 172 robles y 7 empleados, Ecocelta no solo abastece a su equipo, sino que contribuye significativamente al oxígeno de Ponteareas, sin contar los pinos y abedules en sus 40.000 metros cuadrados de vegetación.

Quiroga aseguró que Ecocelta mantendrá su compromiso con la naturaleza: "No queremos ser una empresa de polígono... queremos estar rodeados de bosques".

Ecocelta ha cumplido 22 años, un hito significativo, ya que el 90% de las empresas no superan la década de vida. La empresa nació con el propósito de cuidar la naturaleza a través de un proyecto en Vilasobroso, impartiendo clases en el aula de naturaleza. Lo que comenzó como una solución a un problema local, se expandió para ofrecer soluciones ambientales más amplias.

La elección del roble como símbolo de homenaje se debe a su resiliencia. Quiroga relató cómo un roble se salvó de un incendio, y al quemarse la maleza, aparecieron unos petroglifos. Es, además, el árbol icónico de Galicia.

Sergio, durante sus años en el aula de la naturaleza de Vilasobroso, comprendió la importancia de la pedagogía ambiental con las nuevas generaciones. A pesar de su acento argentino, se declara gallego. Su madre era de San Mateo de Oliveira, Ponteareas, y sus abuelos fallecieron en Galicia tras 40 años de emigración. "Nunca pensé que me iba a desarrollar en Galicia", manifestó Sergio, ingeniero agrónomo.

Su primer trabajo como operario de desbroce despertó su inquietud por la gestión de residuos vegetales. "De ahí nació la inquietud de hacer un proyecto –se llamó Ecocelta– de gestión de residuos en el Sobroso para el Concello", en noviembre de 2003.

Sergio agradeció a los obstáculos de la vida por reafirmar su vocación emprendedora. "En los momentos difíciles, de fracasos, es donde uno más aprende y saca lo mejor de sí. Nadie sabe lo que puede hacer hasta encontrarse en un momento así, y eso se llama resiliencia", explicó. Quiroga define a los gallegos como personas resilientes, destacando el talento local: "Si mantenemos la naturaleza, Galicia es una potencia en talento".

La resiliencia como motor: Ecocelta honra al profesor Peña y al roble en el Día Mundial...
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