l presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha presentado hoy un informe que concluye que el rescate de la concesión de la autopista AP-9 es la "alternativa más ventajosa para el interés público". El documento, elaborado por la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas y evaluado en el Consello da Xunta, cifra el coste actual de la operación en 2.356 millones de euros, una cantidad que Rueda ha calificado como "mucho menor de la que habría que pagar de aquí al final de la concesión".
La Xunta exige al Gobierno central que, tras el reciente dictamen de la Comisión Europea sobre la autopista, asuma de manera inmediata el rescate y la liberalización de los peajes. Rueda ha advertido que "cuanto más tiempo pase, más caro va a ser para todos los españoles". El informe destaca que el coste del rescate se ha incrementado en 65 millones de euros respecto a las cifras de 2024, debido al aumento de los beneficios de la concesionaria.
Una autopista cada vez más cara para los gallegos
El informe de la Xunta denuncia la subida "desmesurada" de las tarifas de la AP-9 en los últimos años y el "enriquecimiento progresivo" de la concesionaria. Actualmente, recorrer 100 kilómetros de la autopista cuesta más de 12 euros, y el trayecto completo de 219 kilómetros tiene un precio de 26,85 euros. Los ingresos por peajes se dispararon un 39,7% entre 2021 y 2024, lo que ha supuesto un aumento del 78,1% en los resultados de la empresa concesionaria en ese mismo periodo.
El documento también critica la "gestión perjudicial" del Estado, recordando que la reclamación unánime del Parlamento gallego para la transferencia de la autopista lleva bloqueada en el Congreso con 38 prórrogas. Además, se señala una clara discriminación de Galicia frente a otras comunidades donde se han liberado peajes, como en el caso de la AP-7 en Alicante.
Beneficios del rescate: más allá del ahorro económico
El informe no solo se centra en el coste del rescate, sino también en los múltiples beneficios que este conllevaría. La Xunta asegura que la liberalización del peaje provocaría un trasvase de tráfico desde las carreteras convencionales a la AP-9, lo que tendría efectos positivos en la seguridad vial, la calidad de vida, el medio ambiente y la competitividad.
Se estima que el rescate podría reducir el tráfico en la A-55 entre Puxeiros y O Porriño en un 32%, y en la N-550 entre Ordes y Sigüeiro en un 76%. Este trasvase de vehículos también permitiría al Estado evitar o abaratar la ejecución de costosas infraestructuras, como el tramo A Ermida-Pilarteiros de la A-57 en la circunvalación de Pontevedra. La Xunta insiste en que el Gobierno debe aplicar en Galicia el mismo criterio que tuvo en Alicante con la AP-7, cuya liberalización de peajes se consolidó por razones de "interés general".
            
            
              