miércoles. 03.12.2025

Tras la inauguración, ayer, del Año Jubilar con motivo del VIII centenario de la dedicación de la catedral de Tui, la diócesis vivió hoy, 1 de diciembre, una nova xornada histórica con la celebración del Jubileo del Clero diocesano, la primera de las peregrinaciones jubilares que se sucederán hasta el 1 de diciembre de 2026.

A las 12:30 horas, el obispo de Tui-Vigo, monseñor Antonio Valín, presidió la eucaristía en la catedral, acompañado por el obispo emérito, monseñor Luis Quinteiro, miembros del cabildo catedralicio y numerosos sacerdotes de la diócesis. La celebración tuvo lugar precisamente en el día en que, hace 799 años, el obispo Esteban Egea consagró el templo tudense como sede episcopal.

Llamada del obispo a construir una Iglesia desde la misericordia y la unidad

Durante su homilía, monseñor Valín invitó a la diócesis a no quedarse únicamente en la acción de gracias por la historia acumulada, sino a continuar construyendo “piedra a piedra” el templo espiritual que la catedral representa.

El prelado animó a los fieles a trabajar por “una Iglesia de la misericordia, que no se quede en las palabras, sino en los gestos”, insistiendo en la necesidad de avanzar juntos en un estilo más sinodal, aunque ello requiera más tiempo y esfuerzo.

«Es la hora del amor, y donde hay amor no hay miedo —afirmó—. Es necesario romper los miedos que nos atenazan, que nos atan en falsos respetos humanos y nos impiden ser creativos y audaces». Recordó, además, que la construcción de la Iglesia corresponde a todos: “trabajando cada uno en lo suyo, pero en el mismo sueño y proyecto, con la humildad de saber que sólo juntos podremos llevarla adelante”.

El obispo lanzó también una petición clara: “recibimos una herencia, transmitámosla sin descanso, sabiendo que en el templo que somos, ese templo que simboliza la catedral, Dios está y nos ama y el mal no prevalecerá”. Asimismo, encomendó los frutos del Año Jubilar a la Virgen María y al beato Pedro González Telmo.

Procesión y oración ante las reliquias

Tras la bendición, sacerdotes y fieles se dirigieron en procesión al altar de las Reliquias, abierto de manera extraordinaria desde ayer hasta esta tarde. Allí se veneraron los restos del beato Pedro González Telmo —patrón de Tui— y de otros santos, rezando la oración especialmente compuesta por el cabildo catedral para este Año Jubilar.

Una jornada con dimensión formativa

Antes de la eucaristía, el doctor en Liturgia y director del Secretariado de la Comisión de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española, Ramón Navarro, impartió la conferencia “Este edificio hace vislumbrar el misterio de la Iglesia: el rito de la dedicación y su riqueza eclesiológica, a propósito del 800 aniversario de la dedicación de la catedral de Tui”. La charla, parte de la programación conjunta entre la diócesis y el Concello de Tui, tuvo lugar en el espacio sociocultural de la calle Camilo J. Cela.

Ocho siglos de historia viva

La celebración del 1 de diciembre recuerda cada año la dedicación de la catedral de Tui en 1225, cuando el obispo Esteban Egea consagró el templo como sede episcopal. Desde entonces, la catedral se mantiene como signo visible de la identidad y unidad diocesana, un espacio que remite a los orígenes de la comunidad cristiana y a su comunión con la Iglesia universal a través del ministerio del obispo.

Con el inicio del Año Jubilar, la diócesis de Tui-Vigo abre un período de peregrinaciones, actividades pastorales y celebraciones que se prolongarán hasta 2026, en acción de gracias por ocho siglos de vida, fe e historia.

Monseñor Valín chama á unidade e á misericordia no primeiro acto do Ano Jubilar da...
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