Desde los 5 años he tenido gran pasión por la cocina. Empecé cocinando los fines de semana con mi madre y mi abuela y, poco a poco, me fui soltando y probando nuevos tipos de alimentos y recetas. En 2009, con el nacimiento de mi hijo y su alergia a la proteína de la leche, para hacerle sus cumpleaños más interesantes, empecé mi andadura por el mundo de la repostería creativa, realizando varios cursos de tartas, cupcakes, galletas y tartas de boda decoradas. Me gusta probar nuevas opciones y reconozco el buen trabajo culinario.