El valor de los bomberos forestales

La mayoría de la gente conoce la figura del bombero urbano, con su peculiar casco y su característico uniforme, normalmente color azul. Pero, ¿cuántos conocen al bombero forestal? El porcentaje de conocimiento baja considerablemente.
Bombero se define como: “Operario encargado de extinguir incendios y realizar otras labores de salvamento”.

La mayoría de la gente conoce la figura del bombero urbano, con su peculiar casco y su característico uniforme, normalmente color azul. Pero, ¿cuántos conocen al bombero forestal? El porcentaje de conocimiento baja considerablemente.

La gestión de la extinción de los incendios forestales fue transferida por el gobierno central español a las distintas Comunidades Autónomas.

La MITECO (Organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente) es responsable de la gestión de las plazas que se ofertan para las Brigadas de Refuerzo en los Incendios Forestales.

Los puestos que se ofertan son variados: Peones Forestales, Vigías, Especialistas en Prevención y Extinción de Fuegos, Conductores de Motobombas u otros medios contra incendios.

Al contrario del bombero urbano, el forestal tiene su área de actuación en zonas rurales.

Las BRIF fueron creadas en el año 1992, ante la oleada de incendios que asoló, a lo largo y ancho, nuestra piel de toro en esos años, sin que dejase desde entonces de haber incendios de mayor o menor intensidad, como la tenida en Galicia en el verano de 2006, que obligó a una movilización sin precedentes de Fuerzas del Ejército de distintos puntos de España.

Los equipos de las BRIF están preparados para desplazamientos helitransportados, con el fin de llegar con mayor rapidez y actuar con mayor eficacia contra los focos del incendio.

Daroca (Zaragoza), La Iglesuela (Toledo), Laza (Ourense), Lúbia (Soria), Pinofranqueado (Cáceres), Puerto del Pico (Ávila), Puntagorda (La Palma), Prado de los Esquiladores (Cuenca), Tabayo (León) y Tineo (Asturias) son las sedes de las diez bases de las Brigadas. Teniendo sus componentes que hacer frente a distintos escenarios de sus respectivas áreas de acción.

Durante la época invernal, las tareas más comunes son las de prevención, limpieza de caminos y cortafuegos, quitar maleza o árboles caídos que podrían ser un duro contratiempo para la actuación más crítica de la época estival. Debemos tener en cuenta que estos profesionales se enfrentan a las llamas en primera línea de fuego, poniendo en no pocas ocasiones su integridad física en riesgo, por lo que la limpieza de rastrojos facilita los desplazamientos con mayor seguridad.

Mucha gente, al verlos en acción, cree erróneamente que son personal del Parque Municipal de Bomberos. Los urbanos tienen cometidos específicos e intervienen en otros tipos de siniestros, como son los excarcelamientos de personas atrapadas en sus vehículos por choque o vuelco, incendios de edificios, inundaciones, e incluso actúan en ciertos actos civiles y religiosos, para dar un cierto colorido a los mismos, o bien cediendo sus vehículos equipados con escaleras telescópicas.</p>

Los forestales, quizás por ser menos vistos en la ciudad, la falta de reconocimiento social y factores como la carencia de uniformes de representación, con los que sí cuentan los otros bomberos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado e incluso los miembros de Protección Civil, pasan más desapercibidos para la mayoría de la población. Además, como suelen trabajar en grandes incendios, codo con codo, con la Unidad Militar de Emergencias (UME), los mete a todos en el mismo saco.

 Al carecer de este uniforme de representación y solo poseer el de trabajo, en las ocasiones en las que alguno de sus miembros se hace acreedor de un reconocimiento en un acto oficial, acude al mismo vestido de paisano o con el uniforme de trabajo (poco adecuado para una ocasión de especial relevancia), sobre todo cuando este acto es en el extranjero.

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La voluntariedad y el espíritu de sacrificio en aras de la población va más allá del ámbito laboral común, en ocasiones sus componentes han actuado en cometidos más alejados de su competencia, como cuando algunos de ellos tomaron parte en la Operación Balmis, en la lucha contra el Virus de la Pandemia del COVID 19.

Como profesional de la milicia, he tomado parte en muchas intervenciones veraniegas, vigilando los montes que se nos asignaban, para prevenir estos incendios, pero desgraciadamente, en determinados puntos y a determinadas horas, esto resultaba inevitable, entonces podía comprobar el tesón, empeño, profesionalidad y generosidad de esfuerzo, para que el impacto medio ambiental por las llamas fuese el menor posible, moviéndonos con rapidez entre rastrojos humeantes para intervenir con agua o con bate fuegos en las zonas de mayor riesgo, arrastrando incluso pesadas mangueras, que desplegábamos con agilidad.