Carmen Touza, la reconocida artista cuya exposición 'Oráculo' ha cautivado al público, extiende su talento y generosidad más allá de las galerías. Cada jueves y viernes, Touza se sumerge en una faceta profundamente gratificante: la de facilitadora artística para personas mayores que asisten al emblemático Palacio del Raio (conocido popularmente como el Palacio Azul),en Braga, Portugal.
En estas jornadas, que la propia artista describe como una "maravilla", Touza trabaja con usuarios de diversos centros de día. "Ellos pintan lo que quieren y al final yo arreglo, siempre respetando sus ideas", explica. El resultado son obras que los participantes se llevan con orgullo a sus respectivos centros, creando un vínculo tangible con su proceso creativo.
Para Carmen, la experiencia trasciende la mera enseñanza de técnicas pictóricas. Es un espacio de conexión humana donde las conversaciones fluyen con naturalidad. La artista se deleita al escuchar cómo los mayores recuerdan sus dibujos de infancia, una ventana a su pasado y a la evolución de su expresión artística. Es particularmente emotivo observar a aquellos que fueron maestros, quienes "todavía cogen el lápiz con fuerza y demuestran sus habilidades, explicando sus colores favoritos".
Al finalizar cada sesión, la satisfacción es mutua. Los participantes se marchan "llenos de amor", mientras que Carmen Touza se queda con el "alma plena", enriquecida por la interacción y la vibrante energía creativa compartida. Esta dedicación refleja la sensibilidad de una artista que, además de explorar los misterios de su propio "Oráculo" a través de sus obras, ilumina el camino de otros a través del arte y la compañía.
            
            
              