“Una combinación de diplomacia, propaganda y desarrollo económico”. Así definió la profesora María Dolores Barral Rivadulla las motivaciones que impulsaron las numerosas visitas de Alfonso XIII a Galicia durante su reinado. La titular de Historia del Arte y vicedecana de la Facultad de Geografía e Historia de la USC intervino en una mesa de debate celebrada en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de la Ciudad de Santiago (RSEAPS), donde analizó el papel estratégico que jugó el monarca en la construcción de su propia imagen pública.
Barral recordó que la reiterada presencia del bisabuelo de Felipe VI en Galicia respondió a un intento deliberado de reforzar la imagen de la monarquía en un contexto de fuerte inestabilidad política, en plena crisis de la Restauración e inmediatamente antes del advenimiento de la Segunda República, en 1931.
Infraestructuras, exposiciones y operaciones de imagen
Según explicó la investigadora, casi todas las visitas del monarca estuvieron ligadas a proyectos de infraestructuras o a exposiciones, con el fin de presentarse ante la sociedad como “una figura promotora del progreso y un símbolo de modernización”.
La profesora trazó un recorrido por los hitos principales de esta relación con Galicia:
-
Viaje a Ourense y Vigo en 1904.
-
Encuentro con el káiser Guillermo II en la ría de Vigo, una visita cargada de simbolismo diplomático.
-
Visita a Cortegada, proyectada como futura residencia real, en 1907.
-
Participación en la Exposición Regional Gallega de Compostela, en 1909, un evento con más de 600 expositores y 53.000 visitantes, impulsado como motor económico y urbanístico.
-
Operación de modernización de 1927, con recorridos por Ourense, Ferrol, A Coruña y Vigo; la inauguración del ferrocarril Zamora–A Coruña; y una gran exhibición naval en Ferrol y A Coruña con cruceros y acorazados.
El reinado de Alfonso XIII, recordó Barral, también coincidió con momentos clave como la guerra del Rif y la dictadura de Primo de Rivera, lo que reforzó la necesidad del monarca de “permanecer en la memoria colectiva a través de la arquitectura, la prensa y los relatos históricos”.
Un retrato que construye poder
La intervención, que cerró el ciclo “La RSEAPS y sus fondos artísticos” en 2025, giró en torno a un óleo que representa a Alfonso XIII y que forma parte del patrimonio pictórico de la Real Sociedad.
El cuadro, obra de Juan Luis López García y datado en 1930, fue cedido a la RSEAPS por el Gobierno provisional de la República en 1931. Lejos de ser un simple retrato oficial, señaló la docente, constituye “una construcción visual del poder monárquico en los últimos años de la Restauración”.
“La pose, el vestuario y el paisaje trabajan juntos para comunicar autoridad, modernidad y continuidad dinástica”, explicó Barral durante su análisis.
Una mesa de debate con voces académicas
La sesión estuvo presidida por Francisco Loimil Garrido, presidente de la Real Sociedad Económica compostelana, y contó también con la participación de la profesora Ana Pérez Varela, ayudante doctora de Historia del Arte en la USC, encargada de presentar a la ponente.
