Somos su Tierra de Promisión

Mi madre murió en brazos de su marido en casa del hijo mayor.  Mi señor padre lo hizo años después en la casa del hijo tercero al cuidado de una nuera. Mi último hermano lo ha hecho en su propia casa, atendido por seis hijos solícitos pero al cuidado de dos sudamericanas: Beibi, de Tarija (Bolivia), y Carmen, de la Colombia atlántica. Sendos amigos de esta ciudad fueron aseados en sus últimos meses por los hermanos bolivianos Edgar y Fredy,

Solícitos brazos de hispanos latinos… Estamos empadronados en Galicia dos millones setecientos mil habitantes (2.720.000), y un buen bocado de ellos -casi doscientos mil- han nacido fuera.

Existe Axuda no Fogar, que salva situaciones domésticas penosas. Y conozco a algunos que lo desempeñan, latinos nacidos en Venezuela, Colombia, Brasil y Cuba …

Todavía esta mañana una interlocutora me ha dado razones sobradas para que colabore con cierta ONG. Es una colombiana, María, con locución y razones convincentes.

Mi colega Isabel me presentó poco ha a su joven nuera nacida en Ucrania, venida por la guerra. Hasta hace meses me daba un respingo saludar a un africano afincado en España. Ahora conozco a cuatro por su nombre y simpatizo con ellos.

Fuimos menos, pero hemos vuelto a ser dos millones setecientos mil habitantes en Galicia y doscientos mil de estos nacieron fuera de Galicia y han venido a ella como a Tierra de Promisión. Trabajan duro, ahorran y no son peores vecinos que nosotros los nativos: ¿a qué vienen resquemores?