La magia azul de Cee: Un espectáculo bioluminiscente que deslumbra
Hay experiencias que desafían la imaginación y se graban en la memoria para siempre. Una de ellas, sin duda, es presenciar el mar de ardora, un fenómeno natural que transforma las aguas costeras en un espectáculo de luz bioluminiscente. Y en el municipio coruñés de Cee, esta maravilla alcanza su máximo esplendor, tiñendo el litoral de un azul eléctrico que evoca la fantasía de las páginas de Julio Verne.
Un Lienzo Líquido que Brilla en la Oscuridad
Imagina una noche de verano sin luna, la oscuridad total bañando el ambiente. Es en este preciso instante cuando las playas de Cee se convierten en el escenario de un fenómeno mágico. El mar, habitualmente inescrutable en la penumbra, comienza a resplandecer con una luz propia, creando un lienzo hipnótico que parece sacado de otro mundo. Es una experiencia singular, casi mística, que invita a la contemplación y al asombro.
Este espectáculo de la naturaleza, que tiene su pico de aparición en agosto y se extiende durante los meses de primavera y verano, se debe a la acumulación de noctiluca. Estos diminutos organismos marinos se alimentan de las microalgas que proliferan con el aumento de las temperaturas del agua, especialmente favorecido por los vientos del sur o del este. Lo fascinante es que la noctiluca tiene la capacidad de emitir bioluminiscencia, un efecto similar al de las luciérnagas, pero a una escala oceánica.
De la Ficción a la Realidad en la Costa da Morte
La visión de este mar brillante evoca poderosamente la descripción que Julio Verne hizo en su obra "Veinte mil leguas de viaje submarino". El capitán Nemo y el profesor Aronnax, desde la profundidad del Nautilus, observaban algo parecido a campos de hielo en una noche sin luna. En Cee, esa imagen de la ficción se materializa, ofreciendo a locales y viajeros la oportunidad de vivir una experiencia que, hasta ahora, solo se creía posible en las páginas de una novela de aventuras.
Playas como la de Estorde o la de Gures son puntos privilegiados para ser testigo de este prodigio natural. En plena oscuridad, la calma del mar se rompe por un resplandor que nace de sus profundidades, un rayo fluorescente que baila sobre las olas y crea una atmósfera verdaderamente inolvidable. El mar de ardora en Cee no es solo un fenómeno biológico; es una invitación a reconectar con la asombrosa belleza de la naturaleza y a descubrir que, a veces, la realidad supera con creces la imaginación.