La Ley de mejora de la gestión del ciclo del agua

El Parlamento aprobó en la tarde del martes la nueva ley, que en los próximos días será publicada en el Diario Oficial de Galicia para entrar en vigor este mismo verano.
 La ley se configura como una herramienta de ayuda a los ayuntamientos para la gestión de los servicios urbanos del agua, es decir, para sus competencias municipales de abastecimiento, de saneamiento y de depuración.

La conselleira de Infraestructuras y Movilidad, Ethel Vázquez, destacó la Ley de mejora de la gestión del ciclo del agua como un gran apoyo a los ayuntamientos que marcará un antes y un después en la calidad de los servicios a los ciudadanos y en el cuidado de las rías y de los ríos.

El Parlamento de Galicia aprobó en la tarde del martes esta nueva norma impulsada por la Xunta, que en los próximos días será publicada en el Diario Oficial de Galicia para entrar en vigor este mismo verano.

Vázquez Mourelle puso en valor el carácter transformador de la ley, que se configura como una herramienta de ayuda a los ayuntamientos para la gestión de los servicios urbanos del agua, es decir, para sus competencias municipales de abastecimiento, de saneamiento y de depuración.

Señaló que estas responsabilidades del agua son complejas y costosas, por lo que la Xunta les ofrece a todos los municipios, especialmente a los de mediano y pequeño tamaño, la posibilidad de delegar en Augas de Galicia la prestación dieras servicios.

Indicó que la ley también supone aplicar unas tarifas transparentes y homogéneas en toda Galicia, que respetan la autonomía municipal y no implican crear nuevas tasas a los usuarios.

Hizo hincapié en la necesidad de la ley, ya que la Xunta lleva invertido más de 1.100 M€ en nuevas infraestructuras hidráulicas, que hace falta que funcionen adecuadamente.

El Gobierno gallego impulsa esta ley por responsabilidad ambiental, garantizando la eficiencia en el consumo en este contexto de cambio climático; social, para asegurar que los gallegos vean respondidas sus necesidades en relación con el agua; y económica, para blindar actividades como la pesca, el marisqueo, la acuicultura y el turismo.