La gestión forestal sostenible, el único camino a seguir
El bosque frondoso del Teixadal de Casaio – Carballeda de Valdeorras, reliquia natural única en Europa formado por más de 400 tejos que alcanzan edades superiores a los 500 años, el bosque más antiguo de Galicia, que se encuentra en el corazón del Macizo de Pena Trevinca / pico más alto de Galicia /ZEC – integrada en la Red Natura 2000), espacio que alberga el Teixadal, resistió la amenaza del fuego en las laderas del macizo galaico-leonés; incendio que se originó en Porto de Sanabria (Zamora), y una vez que traspasó la frontera con Ourense, calcinó 20 Ha de la parte gallega de Pena Trevinca, alcanzando el fuego la ladera norte, donde están la mayor parte de los tejos, pero gracias a la frondosidad del bosque y a la intervención heroica de los vecinos, a los que se sumaron posteriormente agentes y brigadas de la Xunta de Galicia que también participaron en las labores de extinción, lo que permitió que este valioso conjunto de tejos centenarios se salvara de las llamas, que han asolado las laderas y alrededores del macizo…
Galicia es verde, es bosque y una región forestal clave en Europa, con un patrimonio que es preciso proteger y gestionar de forma sostenible, con más de 2 millones de ha dedicadas a uso forestal (70% arbolada), siendo la 1ª potencia forestal de España y la 9ª a nivel europeo por producción. El bosque cumple múltiples funciones: productiva (madera, biomasa), protectora (conservación de la biodiversidad, regulación del agua y suelo) y social (espacios de ocio, bienestar). En Galicia es predominante la producción de madera (9,8 millones de m3/2023, siendo la principal región productora de España y una de las más relevantes de Europa). El sector forestal gallego facturó más de 2.400 millones €/2023, siendo el monte gallego el pilar económico fundamental para el desarrollo del medio rural gallego (la economía de miles de familias gallegas depende de los recursos que generan los montes). También destacar la producción de castañas (20.000 tm/año, Galicia lidera la producción de castañas en España), miel (3.000 tm/año, 200.000 colmenas, Galicia es la 3ª en explotaciones apícolas y la 5ª en producción de miel a nivel nacional), cogumelos, pastos y pastizales, frutos del bosque, plantas aromáticas y medicinales, árnica.
En verano, los incendios forestales son una auténtica lacra para Galicia, llevamos más de medio millar y > 92.000 ha calcinadas. Multicausalidad: acumulación de matorral, falta de limpieza regular del monte, ausencia de aprovechamiento sostenible, olas de calor, sequía, la presión de especies exóticas de crecimiento rápido, quemas incontroladas, negligencias, incendiarios. La despoblación del medio rural ha sido determinante para el avance de las llamas en esta ola de incendios en Galicia, que también asola otros territorios de España y Portugal, afectando a más de un centenar de municipios del norte y noroeste peninsular, con más de 400.000 ha calcinadas, con la consiguiente erosión del paisaje, 34.000 personas han sido desalojadas de sus casas y en algunos casos lo han perdido, poniendo una vez más en tela de juicio la capacidad colectiva de esta sociedad para hacer frente situaciones como esta. La responsabilidad de que ello no ocurra tiene que ser compartida por las administraciones públicas, propietarios forestales, empresas del sector, vecinos. Es preciso abordar las causas que provocan los incendios forestales con soluciones eficaces (agrupación de la propiedad forestal para una gestión conjunta y eficiente del monte, dedicar más recursos a la limpieza del monte, valorización económica sostenible, innovación y tecnología, técnicas de prevención), con la finalidad de poner en valor nuestros bosques y a su vez defender la economía y el empleo, proteger el paisaje y la vida de las personas. Prevenir los incendios forestales implica hacer mucha pedagogía social y fomentar la educación forestal sostenible en la población (especialmente en los escolares a través de campañas educativas de sensibilización y concienciación para que aprendan desde pequeños a amar a los bosques), fomentar el voluntariado ambiental al cuidado del monte.
Vengo insistiendo desde hace décadas en la necesidad de impulsar una política preventiva encaminada a proteger nuestros bosques y ecosistemas forestales, fomentando las buenas prácticas para una gestión sostenible del medio forestal que permita la conservación de la biodiversidad y del paisaje, y resaltar los valores culturales. Hay que ampliar la superficie con gestión forestal sostenible y certificaciones forestales como PEFC (478.000 ha, Galicia es la 2ª en España). Los bosques urbanos actúan como pulmones verdes, garantía de biodiversidad y escudo frente al cambio climático. La gestión forestal sostenible debe tener en cuenta el criterio paisajístico, aspecto que debe incluirse en los planes de ordenación de montes, proyectos de repoblaciones forestales, creación de infraestructuras y otras actividades forestales. La estructura minifundista de la propiedad forestal y la escasa sensibilidad de muchos propietarios, son aspectos que es preciso corregir en Galicia mediante la puesta en marcha de medidas incentivadoras diversas y de sensibilización por parte de las administraciones públicas, con la finalidad de mejorar la calidad de paisaje que ofrecen nuestros montes, haciendo especial hincapié en aquellos que están próximos a vías de comunicación muy transitadas cercanas a la explotación o que albergan espacios de interés natural, ya que en ambos casos serán visitados y contemplados por muchos ciudadanos.
Galicia, patrimonio común de todos los gallegos, su protección y conservación es una responsabilidad compartida. Con visión de futuro y unidad de acción tenemos la oportunidad de convertir a Galicia en un referente europeo en la gestión forestal sostenible. Con sectarismos no se va a ninguna parte, hay que tener altura de miras, juntos podemos conseguirlo. ¡Siempre por Galicia!
Francisco Peña
Científico, académico, escritor y humanista