Ricardo Prego, científico del CSIC: “La clave está en una buena cuantificación de qué parte de CO2 es natural y qué parte es antropogénico”

El Dr. Prego Reboredo en el Club 55. Vigo.
El Club 55, una asociación cultural viguesa, invitó a su sede al Dr. Ricardo Prego Reboredo' a impartir una charla titulada, '¿Vivimos en el tiempo del cambio climático?' Prego Reboredo es doctor en Ciencias Químicas y profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo.

Para entender el Cambio Climático, CC, el doctor Ricardo Prego Reboredo, investigador del CSIC en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, acude al concepto de ‘Antropoceno’. Según Wikipedia, el término Antropoceno fue usado en el año 2000 por el ganador del premio Nobel de química Paul Crutzen, quien considera que la influencia del comportamiento humano sobre la Tierra en las recientes centurias ha sido significativa, y ha constituido una nueva era geológica. La propuesta del uso de este término como concepto geológico oficial ha ganado fuerza desde el 2008.

El individuo humano es una especie global, planetaria, afirma Prego. Por eso tenemos que atender a las consecuencias que pueda desencadenar en el planeta así como conocerlas bien y hacer una buena gestión. “A nosotros no nos corresponde salvar el planeta. Éste se salva solo. Nos corresponde cuidar el planeta porque vivimos en él. De la salud del planeta depende la nuestra”.

El concepto de antropoceno aporta una visión completa…no es tan solo la temperatura…sino el uso racional de los recursos, puntualiza este investigador.

Para Prego Reboredo el concepto de sobriedad en el uso de recursos es una manera de contribuir al cuidado del planeta. Por el contrario, la corta vida de los dispositivos, el escaso reciclaje y la inutilidad por falta de necesidad de muchas cosas con las que nos relacionamos, no son un bien importante para nosotros, reflexiona.

El “personaje” del Cambio Climático para Ricardo Prego es el CO2. “Al hablar de Cambio Climático hay un personaje llamado CO2 que alcanza la atmósfera y causa un ‘efecto invernadero’ en el planeta”.

Para el investigador gallego el CO2 tiene muchas fuentes, no solo las antropológicas. “La clave está en una buena cuantificación de qué parte de CO2 es natural y qué parte es antropogénico. Esta es una de la claves para centrar todas las discusiones entre políticos y científicos”, dice.

Puede haber fuentes naturales que generen el CO2, como los volcanes, y también hay fuentes que nosotros no podemos concretar que pueden influir en la temperatura de nuestro planeta.

Y prosigue: El clima siempre ha cambiado en la tierra desde el principio. Ha habido temperaturas más altas que las actuales y también mucho más bajas; ha habido momentos con mucho CO2 o con menos que el actual; hubo cambios por la actividad de los seres vivos más o menos globales e importantes que lo que nosotros podemos estar haciendo, como cuando la atmósfera de nuestro planeta empezó a tener oxígeno y perdió el CO2 por la actividad de los vegetales.

Esto nos indica, al echar la mirada atrás, que las especies que sobrevivieron a los distintos cambios son aquellas capaces de adaptarse. Entonces, el secreto es esa capacidad de adaptabilidad a los muchos cambios. “Lo importante –añade- es preverlos y tomar medidas”.

A nivel mundial, en las estadísticas que se manejan, el país que más emisiones hace de CO2 es China con un 30% de las emisiones del planeta. “No creo que China vaya a dejar de emitir CO2. El problema que puede haber es que el impacto en la temperatura del planeta no se va a arreglar. Por ello, lo importante es poder disponer de gran cantidad de energía para que, si hay cambios, uno se pueda adaptar a ellos”, razona Ricardo Prego.

Por otra parte, España, en comparación con China, emite 100 veces menos CO2. “En cambio, el sacrificio que se le pide a la sociedad española para reducir la emisión de este gas y para la implantación de energías alternativas es exagerada en el tiempo y en la economía. Por mucho que hagas, hay otros que contaminan el medio ambiente mucho más. No se tienen que hacer unos cambios tan rápidos sino progresivos y sensatos”, propone.

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Por eso, Prego sabe que lo importante es el término ‘independencia energética’. “Un país tiene que tenerla. Cualquier catástrofe, cualquier cambio, se puede abordar en base al consumo de energía. Esta es la clave para sobrevivir”.

Claro que lo importante de una energía es cómo se almacena incluso antes de cómo se consigue. Las energías alternativas son útiles, no debemos prescindir de ellas. A veces, uno tiene que pensar en los procesos, en su visión de conjunto. Hay que hacer un balance: ¿Has gastado más energía de la que puedes producir? ¿Has contaminado más de lo que quieres evitar? Estos son los balances importantes para examinar, porque ayuda a la toma de decisiones.

Prego habla de un elemento químico como el Torio, cuando el común de los ciudadanos lo desconoce. Todos conocemos las centrales nucleares de uranio pero desconocemos que podrían ser de Torio. La tecnología del uranio enriquecido está más desarrollada porque produce plutonio, otro elemento fundamental para producir energía nuclear es el Torio.

“La tecnología del uranio la utilizan muchos países con la intención de poseer armamento atómico. Por eso, EEUU y Rusia, luego otros países, la desarrollaron. Un elemento radiactivo más abundante es el Torio. Con él se pueden también construir centrales nucleares. Pero el uranio domina, porque la ambición de muchos países por poseer armamento atómico es muy grande. Por eso, en su momento se desarrolló en EEUU y Rusia y luego en otros países. El Torio es un elemento radioactivo más abundante que el Uranio. Permite construir centrales nucleares, como ya se ha ensayado, mucho más limpias que las de Uranio. Pero esta tecnología no se ha desarrollado, probablemente porque no tiene aplicaciones militares. El Torio es una opción más sana que la del Uranio para conseguir una energía abundante y barata. La energía de fisión es otro tipo de energía que convendría desarrollar”, opina Prego.

Para este científico del CSIC, se puede centrar la investigación, a nivel mundial, en obtener fuentes de energía menos dañinas y más útiles que las que se conocen actualmente.

La receta para el ciudadano de a pie que pregona este químico-oceanógrafo coruñés y residente en Vigo se resume en un vocablo: “sobriedad”. Ricardo asegura que utilizamos más cosas de las que necesitamos. Le parece increíble que la vida de un teléfono móvil sean 6 meses, por ejemplo. “La tecnología avanza mucho, pero no hay por qué estar al último grito. Evitar el consumo de productos con ansiedad. Con muchas menos casas de las que tenemos, podemos vivir, reciclando y protegiendo el medio ambiente”.