"Hacer visibles a los invisibles": La clave de la inteligencia emocional en las aulas según Carmen Sospedra

Alumnos.
Carmen Sospedra, profesora de Cumbres School, defiende la inteligencia emocional y la escucha activa en el aula para "hacer visibles a los invisibles". Propone ocho principios para transformar la enseñanza y conectar verdaderamente con los alumnos.

Un simple "qué tal" puede ser el punto de partida para un desarrollo educativo y mental significativo en los alumnos. Conscientes de ello, cada vez más profesionales de la educación buscan integrar la inteligencia emocional en sus metodologías. Carmen Sospedra, profesora de Inglés de Secundaria en Cumbres School, es una de las voces más destacadas en esta corriente, promoviendo la escucha activa como un modelo educativo esencial.

Sospedra compartió recientemente su visión en las Jornadas de Educación Emocional, organizadas por la Consejería de Educación de Murcia para docentes de todos los niveles. Allí presentó su proyecto "Hacer visibles a los invisibles", una iniciativa que busca transformar las clases magistrales convencionales en espacios integradores basados en la inteligencia emocional y una conexión genuina entre profesor y alumno.

Su motivación nace de una experiencia personal: las sensaciones de desmotivación y aburrimiento que a menudo sentía en su propia infancia como alumna. Esto la impulsó a buscar un enfoque distinto, lejos del estilo puramente académico. "Hacer una clase magistral preparada es súper fácil, pero tenemos muchos alumnos y corremos el riesgo de que algunos pasen desapercibidos", defiende Sospedra, abogando por una atención personalizada que se adapte a las necesidades individuales de cada estudiante.

Para lograr esta transformación, la profesora Sospedra subraya ocho principios fundamentales:

  1. Fomentar la participación: Involucrar a todos los alumnos en el trabajo cooperativo, haciéndolos sentir parte fundamental de la tarea.

  2. Potenciar la comunicación: Preguntar "¿cómo estás?", "¿qué necesitas?", "¿qué quieres decir con tu comentario?" para promover la escucha activa y la expresión de sentimientos.

  3. Ofrecer trato individualizado: Adaptarse a cada alumno, entendiendo sus circunstancias personales.

  4. Empatizar con los estudiantes: No interpretar las respuestas como menosprecio, sino como posibles reflejos de situaciones personales delicadas.

  5. Eliminar etiquetas: Evitar encasillar a los alumnos para que no limiten su propio potencial.

  6. Confiar en el proceso: Potenciar el esfuerzo, la motivación y la autoestima de los alumnos, haciéndoles ver que pueden alcanzar sus metas.

  7. Crear una conexión profesor-alumno: Establecer un nexo de confianza y respeto, donde la comunicación fluya de manera bidireccional y se priorice el interés del alumno.

  8. Potenciar su mejor versión: Implementar trabajo cooperativo con roles distribuidos para que cada alumno sea fundamental, permitiendo la autoevaluación y el conocimiento de sus cualidades.

Sospedra ilustra su filosofía con un ejemplo de "Kung Fu Panda": "El maestro Shifu se frustra porque su alumno no aprende como él espera. Pero termina comprendiendo que no se trata de imponer un ritmo, sino de acompañar el proceso de cada uno. ¿Lo hacemos nosotros? ¿Damos tiempo al tiempo? ¿Confiamos en que el otro puede, aunque aún no lo haya demostrado?".

La profesora enfatiza que la verdadera mirada va siempre acompañada de la escucha. "¿Has sentido alguna vez que alguien no te entendió porque no te escuchó de verdad? ¿Has vivido la frustración de que tus palabras fueran malinterpretadas? Escuchar exige presencia, paciencia y apertura. No es solo oír lo que se dice, sino también lo que no se dice", concluye.

Para los docentes, que a menudo se convierten en un pilar fundamental para sus alumnos, un gesto sincero, una pregunta oportuna o una pausa significativa pueden dejar una huella duradera. "¿Te has detenido alguna vez solo para preguntar a alguien: '¿Qué te pasa?', '¿Qué necesitas decirme?', '¿Has sentido lo que ocurre cuando un alumno se siente realmente escuchado?'", invita a reflexionar Sospedra, destacando el poder transformador de la escucha en el aula.