Mario Clavell, autor de Los Caracoles también llegan a Santiago: “Por su estilo chispeante y la honradez jacobea con la que están presentados todos los elementos [debería leerse]”

Mario Clavell, EN 2012. ARCHIVO.

 

 

 

 

 

 

 

 

Con el sugerente título 'Los Caracoles también llegan a Santiago', Mario Clavell lanza un libro misceláneo, con su estilo chispeante y con la honradez jacobea con la que trata la materia. A este profesor de Lengua y Literatura de Bachillerato, desde la atalaya de su jubilación y por su experiencia jacobea, le gustan los peregrinos de largo recorrido que buscan algo en el Camino.   DL-G entrevista al profesor Clavell mediante vídeo llamada.

 

 

Mario Clavell en Eslovenia.

 

 

El autor

juega en el título, por una parte, con la edad media de los peregrinos que “es realmente alta” y se incluye él porque ya es septuagenario y ha hecho el Camino siendo más joven. Por otra, se fija este profesor de Lengua y Literatura ya jubilado en que muchos peregrinos no han hecho el Camino de un tirón desde St. Jacques Pied de Port en Francia o desde Roncesvalles, sino por tramos, y son más lentos en llegar a Santiago. “Tiene esta doble lectura el título, pero abre los brazos a los peregrinos lentos, mayores..., y en esas estamos”.

Mario Clavell comenzó a interesarse por el camino “viendo llegar a peregrinos a Santiago en los años 80, cuando venían por la carretera llegando a Compostela. Me impresionaba su expresión alegre, muy enteros , con sensación de fatiga acumulada pero gozosos. Entonces yo iba en coche hacia Lugo, los veía y empezó a picarme la curiosidad”.

“Cuando yo era residente en Santiago, la ciudad me parecía pequeña, pero la ventana abierta a la peregrinación me parecía muy cosmopolita y seductora”.

A partir de ese momento el profesor Clavell empezó a “caminar dentro de Galicia, en 1989 lo hice desde Roncesvalles y 10 años después hice una segunda peregrinación. Ese es el hilo conductor del libro. Unido a otras fuentes: citas de peregrinos, encuentros, mucho paisaje, testimonios en los libros de albergue, grafiti en las paredes, reflexiones y referencias a otros libros. Es un libro misceláneo en este sentido”. 

 

Los Caracoles también llegan a Santiago se estructura en tres partes, explica su autor. “Cada una con entradillas a modo de micro capítulos, aunque no están numerados. Con alguna frase alusiva al contenido: ‘Avance a lo largo del Camino Francés; algún entrecomillado con alguna conversación; la mención de algún peregrino singular”.

 

“Es una doble estructura el diseño editorial, que tiene dos primeras partes, de mi doble peregrinación separada por 10 años. La tercera parte es a modo de reflexión y una descripción de la actualidad de la situación del Camino: credenciales, Compostelana, estadísticas, lugares de encuentro…En fin, aspecto más globales”, dice.

 

 

 

Este profesor y columnista de prensa parece que no se ha detenido mucho a pensar en el perfil de sus lectores. “No lo sé. Supongo que mis amigos y el mundo jacobeo que es muy numeroso a través de las asociaciones y las cofradías se han de enterar de la publicación y en él verán expresadas reflexiones que ellos mismo han hecho y encuentros que les suscita sus propias reuniones. En este sentido, el libro es uno más de esta temática de peregrinación que tiene docenas de títulos. Sin embargo, aporta mi propia vivencia jacobea que es larga y mis encuentros que son numerosos, más numerosos que los de la media. Llevo muchos años tratando con peregrinos en el Camino y peregrinos en la ciudad”, expone sin erosionar su modestia.

 

PEREGRINO IDEAL

Clavell cree que un peregrino debe ser “un tío que busque algo,  la mejora personal que siempre se da, la

transformación para mejor…que siempre se da en una peregrino de larga distancia. Y entiendo por larga distancia aquel que empieza, si es posible, en  St. Jacques Pied de Port o Roncesvalles. Con lo cual hay 30 días de cama distinta, encuentros y situaciones nuevas que ayudan mucho a reflexionar incluso sobre el sentido de la vida, buscar respuestas a peregrinos, si las traía ya, o a buscar respuesta a las preguntas de identidad que se buscaban a lo largo de la peregrinación. En síntesis, tipos en búsqueda y en apertura hacia algo más alto”, formula.

CAMINO PORTUGUÉS

Como Diario Luso-Galaico no podemos obviar el Camino portugués. “Para mi sensibilidad lo encuentro con demasiado asfalto…Bueno, esto es relativo y quizá los caminos por donde yo fui ahora estén mejor señalizados y lo eviten. Con lo cual se justifica que sea el segundo Camino por número de peregrinos. Tiene paisajes hermosos, como los otros caminos, lugares muy señalados como Valença, Tui, Pontevedra, Padrón…lugares impresionantes que ayudan al camino interior que es una parte de la experiencia muy deseable. Cuando físicamente el camino es arduo, la pregunta es ‘¿Merece la pena lo que estoy haciendo, pasando las de Caín, sudando la gota gorda para llegar, si llego, a Santiago?’. Claro, esto suscita reflexiones muy hondas. El camino portugués lo facilita en esos puntos que digo, entre otros”.

REPETIR CAMINO

Clavell también tiene explicación para aquellos peregrinos que repiten la experiencia varias veces. Haga el camino que haga antes y después, “para todos el Camino es aditivo. Si lo han hecho con honradez caminera, esto es, aguantando las ampollas, tendinitis, si las hay…Dando por supuesto que el camino arduo no es un via crucis, pero el esfuerzo y una cierta fatiga y dolor físico forman parte de él. La paradoja es que se hace aditivo por la hondura de las reflexiones, por el interés de los encuentros con otros peregrinos de lenguas y culturas muy diversas que suscita ganas de más”, concluye redondeando el razonamiento.

 

 

Y prosigue: “Si lo viven de nuevo, lo hacen por responder a preguntas que quedaron pendientes; también por medirse físicamente, por un poco más lejos, un poco más largo…Si pernoctó en fondas y albergues, porque vivió la experiencia de los albergues que es muy enriquecedora…Aspectos de este tipo justifican el que con muchísima frecuencia en la Oficina del Peregrino se den cuenta de que es la tercera vez que peregrina o la…”. Mario habla del ‘peregrino-extra’ o de los ‘hard pilgrims’, “peregrinos duros como yo los llamo”.

Sobre la peregrinación por ruta marítima, Mario Clavell recuerda que en los años 90 tuvo una “microexperiencia” desde Cambados o Vilagarcía hasta Pontecesures. Además añade que en los último cuatro años se realiza otra en veleros desde Francia costeando, atracando en puertos habilitados para ellos. El recorrido de Pontecesures a Padrón lo hace a pie. “Tienen una experiencia muy vibrante y va aumentando año tras año. Esta es mi experiencia además de conocer las peregrinaciones marítimas del siglo quince, pero ya son otras experiencias”.

Alguien ha dicho que  Los Caracoles también llegan a Santiago tiene una prosa chispeante. Clavell lo aclara. “Siendo castellano correcto, es un castellano estándar, fácilmente comprensible para un lector medianamente culto”.

Su prosa “da entrada al buen humor, a un léxico coloquial, a veces, pero sin caer nunca en lo vulgar. En este sentido también creo que crea adicción”.

Y a todo eso se añaden otras fuentes, como poemas de contenido caminero-jacobeo, incluidas algunas letras de canciones adecuadas y, sobre todo, anotaciones sacadas de libros de peregrinos en los distintos albergues. El profesor aprecia que haya peregrinos de “sentidas y hondas expresiones, con frecuencia de buena retórica”. Y estas las convierte en citas de prestigio porque son muy sugestivas y “que incluyo en el libro y contribuyen a darle ese aire chispeante”.

El libro está ya a la venta en Amazon. Y en papel podría aparecer hacia el 8 de abril. Podría variar, dada la situación que vivimos. Clavell no duda de que el Camino se recuperará porque “hay mucha fuerza en el fenómeno jacobeo” y mucha gente que quiere experimentarlo porque nunca lo hizo. Es optimista y cree que “en la segunda mitad de este año y en el próximo que será Año Santo recuperaremos las cifras de peregrinos a las que estamos acostumbrados, centenares de miles”.   

 

La razón para leer Los Caracoles también llegan a Santiago es “por su estilo chispeante y la honradez jacobea con la que están presentados todos los elementos”