El Museo Thyssen reúne por primera vez en España la obra de Warhol y Pollock en un diálogo sobre el espacio y la pintura

El Museo Thyssen-Bornemisza reúne más de cien obras de Warhol, Pollock y otros artistas clave del siglo XX en una muestra que explora sus vínculos y la evolución del espacio en la pintura moderna.

La muestra, con más de un centenar de piezas, revela facetas desconocidas de dos iconos del arte del siglo XX y su influencia en los nuevos lenguajes visuales.

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una ambiciosa exposición que pone en diálogo las obras de Andy Warhol y Jackson Pollock, dos nombres fundamentales del arte del siglo XX cuyas trayectorias, aunque en apariencia opuestas, comparten una profunda reflexión sobre las estrategias espaciales y la transformación de la pintura moderna.

Organizada con la colaboración de la Comunidad de Madrid y del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, la muestra reúne más de un centenar de obras, muchas de ellas nunca vistas antes en España, procedentes de una treintena de museos e instituciones de Europa y Norteamérica.

La exposición invita a redescubrir a un Pollock (1912-1956) que no fue únicamente el “maestro del expresionismo abstracto”, sino un artista en constante búsqueda de nuevas formas de representar el espacio, y a un Warhol (1928-1987) más complejo que el icono del arte pop y la cultura de masas, interesado también en los límites entre la abstracción, la superficie y la profundidad pictórica.

Junto a ellos, la muestra incluye obras de otros creadores de su generación, como Lee Krasner, Helen Frankenthaler, Marisol Escobar, Sol LeWitt, Cy Twombly, Robert Rauschenberg o Mark Rothko, que comparten preocupaciones en torno a la renovación del lenguaje pictórico y el uso de los grandes formatos.

Entre las piezas destacadas figuran Marrón y plata I de Pollock, Express de Rauschenberg y Sin título (verde sobre morado) de Rothko, perteneciente a la colección del propio museo.

La exposición ofrece así una oportunidad única para revisar las conexiones entre el expresionismo abstracto y el arte pop, dos movimientos que marcaron el rumbo del arte contemporáneo, y para descubrir la complejidad y el diálogo silencioso entre dos de sus figuras más emblemáticas.