Homenaje al 'beato Pepiño de Teis'

José García Pérez conocido por el 'beato Pepiño de Teis'.
En el templo parroquial de San Salvador de Teis a las 18 horas del lunes 17 de enero.

El obispo de Tui-Vigo, Mons. Luis Quinteiro Fiuza, presidirá la eucaristía en el templo parroquial de San Salvador de Teis a las 18 horas del lunes 17 de enero, coincidiendo con el bautismo del beato José García Pérez, novicio vigués de la Congregación de la Misión que sufrió martirio en el año 1936 y fue fusilado en noviembre de ese año en Paracuellos.

José García Pérez conocido por el 'beato Pepiño de Teis'.

A lo largo de toda esta semana, las comunidades de las tres parroquias de Teis —San Ignacio de Loyola, San Salvador y Nosa Señora das Neves— se preparan para esta celebración mediante el rezo de la novena en honor al beato José que será a las 19:15 horas en el templo parroquial de Nosa Señora das Neves. Durante la eucaristía de la novena, el párroco Ramón Lera hará un recorrido por la vida del joven beato para ayudar a los devotos a conocer el testimonio de su martirio.  

BIOGRAFÍA DEL BEATO

Teis, donde nació José García Pérez en 1915 era un barrio de Vigo, lugar denominado San Juan del Monte en el extrarradio de la ciudad, habitado por familias sencillas, algunas muy necesitadas. La suya era una de ellas, casi un niño tuvo que empezar a trabajar de albañil por haber muerto su padre. Tenía 14 años cuando se hicieron unas obras importantes en el colegio asilo del Niño Jesús de Praga de Vigo y entró en relación con las Hijas de la Caridad. Con ocasión de un pequeño incidente las Hermanas descubrieron su madurez y la nobleza de su alma, así como el hambre que pasaba en plena adolescencia. A partir de ese momento se quedó a comer con los niños y el asilo fue para Pepiño, como cariñosamente lo llamaban, su segunda casa. Sin dejar de trabajar para llevar el jornal a su madre, una Hermana que se expresaba bien en gallego se ocupó de su instrucción con gran aprovechamiento. La superiora, admirada por la alegría con que vivía su fe y el celo que tenía para enseñar a los muchachos de su barrio lo que él había aprendido en el colegio, dijo a la comunidad: “Parece que Dios guarda a este chico para una cosa grande”. Tendría unos 17 años cuando pasó por el colegio un Padre Paúl, Pepiño habló con este Padre y decidió ingresar en el colegio apostólico de Villafranca del Bierzo (León). De allí pasó al noviciado de Hortaleza. Lo mataron a los 21 años siendo todavía novicio.

En febrero de 1936 el noviciado de la Congregación pasó al colegio de Tardajos, en Burgos, por seguridad, pero quedaron algunos en Hortaleza, entre ellos el H. José García Pérez y el subdirector P. Eleuterio Castillo. En la biografía de este padre y en la de los HH. Gelabert y Armendáriz se narran los detalles de la persecución que sufrió toda la comunidad de Hortaleza desde la expulsión de su casa el 21 de julio. Uno de los 13 religiosos era el H. José García Pérez, pasó por el Comité de Hortaleza, los calabozos de la DGS, la cárcel Modelo y a partir del 16 o 17 de noviembre la de San Antón.

Era un joven de 21 años, corpulento, trabajador, valiente, de alma sencilla y firme en su fe. En la cárcel se dedicó a lavar la ropa de los mayores. Solo pudo despedirse del H. Manuel Pato Romero. Lo fusilaron en Paracuellos en la célebre saca del día 28 de noviembre de 1936. Su cuerpo reposa junto a 15 Hospitalarios de Ciempozuelos, 13 Oblatos de María Inmaculada, 12 Agustinos, 3 Salesianos, 2 Dominicos y un Carmelita que ya han sido beatificados.